SARA
Sara quería ser madre. Sin embargo, una tarde mientras lavaba la ropa para conseguir dinero y continuar sus estudios de bachillerato, sufrió un accidente que le provocó una emergencia obstétrica, la dejó inconsciente y le hizo perder su embarazo. Tenía solo 18 años.
Ella despertó en la sala de urgencias del hospital, privada de su libertad y sin noticias de su hija. Fue acusada injustamente de “homicidio” y condenada a más de 30 años de prisión en un juicio que la consideró culpable en todo momento y careció de todas las garantías procesales.
Separada de su familia, en la cárcel tuvo que abandonar sus sueños de acompañarse, iniciar una familia y realizar una licenciatura en enfermería. Sin embargo, ella nunca perdió la esperanza de volver a ser libre.
“Fue algo muy difícil porque me di cuenta de tantas cosas estando ahí presa. Para mí, me robaron mucho mis sueños; tanto como de poder saber a dónde estaba mi hija; para terminar mi estudio; de estar lejos de mis papás porque nunca me había separado de ellos, de mis hermanos”
Gracias al trabajo conjunto de la Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto y otras organizaciones internacionales, Sara recuperó la libertad en 2022 y se encuentra reanudando su vida junto a su familia.
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